Me llamo María Cano y me defino como una persona auténtica, visceral, fuerte y comprometida.
Con tan solo cuatro años ya sabía que mi lugar en el mundo tenía que ver con las artes escénicas. Primero fue la danza y tiempo después, a los dieciséis, fue el mundo de la interpretación musical, el cual me apasiona.
Mi vocación siempre ha sido cantar historias. Darles la oportunidad a los personajes de que esas emociones estén vivas. No concibo una vida sin descubrir algo, ya sea real o imaginado y no poder compartirlo con el mundo que me rodea.